CÓMO MEJORAR TU AUTOESTIMA: 4 estrategias prácticas
La autoestima es la capacidad de quererse a uno mismo. Una autoestima alta o baja puede determinar nuestra conducta en múltiples situaciones sociales.
Mejorar tu autoestima es un objetivo que está a tu alcance,
Las personas con alta autoestima actúan seguros de sí mismos, parece que no les afectan tanto las críticas negativas de los demás y, en definitiva, se gustan. Pero ¿cómo lo hacen?
Reconoce tus virtudes:Haz un listado de todas las virtudes que crees tener (tanto físicas como de personalidad y carácter; todo vale). Puedes pedir ayuda a un amigo o un familiar cercano que te conozca bien. Escribe, por lo menos, 10 o 12 en un papel o cartulina y cuélgalo en un sitio visible de tu casa.La finalidad es que empieces a centrarte en aquello que te gusta de ti mismo (y no en lo que te disgusta).
Por supuesto, esta lista no es invariable, puedes ir añadiendo ideas conforme las vayas descubriendo. En momentos en los que te sientas mal, oblígate a leer la lista en voz alta (cuando expresamos nuestras ideas verbalmente iniciamos el camino de la interiorización de las mismas)
Cambia la manera en cómo TE hablas:
Las peores enemigas de la autoestima son las etiquetas negativas autoimpuestas. Piensa por un momento las veces que te has dicho a ti mismo: “soy tonto”, “soy cobarde”, “soy un cabezota”… los mensajes negativos hacia uno mismo van minando paulatinamente nuestra autoestima, porque nos los acabamos creyendo; y lo peor es que el verbo “ser” en este caso, nos lanza directamente hacia una creencia de inmutabilidad: “como soy así, no puedo cambiar”.
Vamos a empezar por sustituir ese “ser” por un “hacer” (no soy ASÍ, sino que actúo de una determinada manera) y acotarlo a una situación o acontecimiento concreto (actúo de una determinada manera en esta situación concreta).
Y cambiaremos el tiempo verbal empleado (en lugar del presente “actúo” emplearemos el pretérito perfecto simple “actué” o compuesto “he actuado”).
Otorga a la opinión de los demás, el valor que merece:
No se trata de ignorar lo que nos reprochan los demás, acerca de nosotros o de nuestra actuación, sino de seleccionar aquellas críticas que se formulan de manera adecuada y que además vienen de alguien que nos importa.
¿Qué críticas son “adecuadas” y cuáles no? Son aceptables aquellas que nos invitan a reflexionar, las que son formuladas con corrección (sin insultos ni faltas de respeto) y en las que la persona nos pide o nos demanda un cambio de algún aspecto de nuestra conducta porque nos perjudica o le perjudica y además nos muestra cómo podemos mejorar. Vamos a ver un ejemplo:
Pepito le dice a su pareja: “eres una desordenada (etiqueta) y estoy harto de recoger siempre tu mierda”.
Pepito le dice a su pareja: “hace un tiempo que no recoges tu ropa del suelo cuando te duchas. Por favor, a partir de ahora ¿podrías dejar el baño recogido cuando lo utilices? Yo haré lo mismo”
Por último, es aconsejable tener en cuenta las críticas o reproches recibidos de alguien que nos importa, que conocemos, que nos conoce y que no nos pre-juzga. Porque cualquiera es susceptible de “lanzarnos dardos” en un momento dado (en el trabajo, en la cola del supermercado o en la sala de espera de la consulta) pero YO elijo a qué personas escuchar y a cuáles no. Qué opiniones voy a contemplar y las que voy a desechar, por dañinas y tóxicas.
Acepta tu cuerpo: Belleza y autoestima.
Si tu felicidad depende de tu belleza, vas por mal camino.La belleza física es algo que se va perdiendo. La belleza es algo muy subjetivo aunque el marketing y los intereses económicos se empeñen en imponernos algunos cánones. La felicidad tiene más que ver con aceptarte y quererte que con la "belleza exterior"
No hay comentarios:
Publicar un comentario